Kiko dedicó más de veinte años de su vida al campo de Tasagaya, al Terrero de Lucha y al Pabellón Municipal, convirtiéndose en una figura esencial del deporte en Güímar. Su compromiso iba mucho más allá de sus funciones: incluso en sus días libres, acompañaba al equipo a los partidos fuera de casa. Fue una persona muy querida por todos los que formaron parte del mundo deportivo güimarero durante su etapa.
Siempre se volcó con los y las deportistas, brindándoles apoyo incondicional y cercanía. Su humanidad y entrega dejaron huella en varias generaciones.
Lamentablemente, Kiko falleció el pasado 23 de diciembre. Mañana se celebrará un emotivo acto en su memoria, con la participación de cuatro combinados formados por jugadores y jugadoras que pasaron por Güímar durante los años en que él estuvo al frente. Además, se entregará un presente a sus familiares, seguido de un brindis con todos los asistentes como muestra de reconocimiento y gratitud.